La Guardia Civil, en el marco de la operación NORBA, ha recuperado más de 30.000 objetos de interés arqueológico, gran parte de ellos procedentes de yacimientos terrestres en España. Entre el material intervenido, además de las piezas auténticas, se encuentran bastantes objetos falsificados, que en muchos casos se ha podido corroborar que han sido vendidas como piezas auténticas.
La operación se ha saldado con la detención de 10 personas en diferentes localidades de Cáceres, Cádiz, Granada y Sevilla. También se han intervenido 12 detectores de metales, cuyo uso está prohibido en determinadas zonas, al ser considerados una de las mayores amenazas para la pervivencia del patrimonio arqueológico, por encima aún de la construcción de infraestructuras.
Hay que resaltar que estos objetos son extraídos sin ninguna metodología científica, quedando desde ese momento totalmente descontextualizados del yacimiento arqueológico del que provienen, perdiendo así para siempre su verdadero valor histórico-cultural.
Receptación y venta de objetos arqueológicos
La operación se inició tras detectar los investigadores numerosos objetos de interés arqueológico puestos a la venta a través de Internet, que se ha convertido en la mayor plataforma de compraventa legal de este tipo de material, pero también un lugar donde se pueden vender objetos que provienen de la comisión de delitos de expolio, y en definitiva del tráfico ilícito de bienes culturales.
Además de en internet, muchas de estas piezas eran vendidas a clientes de confianza y compradores de buena fe, que realmente eran víctimas de un delito de estafa.
Los contactos entre varias de las personas objeto de esta investigación, permitieron a los agentes poner al descubierto una trama delictiva de expolio, receptación y venta, tanto de material arqueológico auténtico como falsificado, piezas estas últimas de gran calidad y acabado pese a tratarse de meras copias, pero que debido a la experiencia y destreza de uno de los detenidos en técnicas de envejecido y uso de productos químicos, conseguían dar la pátina que adquieren estos objetos con el paso del tiempo.
Este tipo de hechos delictivos son cometidos con frecuencia a lo largo y ancho de toda la geografía española, ya que los beneficios económicos que reportan a sus autores son abundantes, con unos gastos muy reducidos, a lo que hay que añadir la dificultad de investigarlos ya que se llevan a cabo principalmente en zonas rurales de difícil acceso.
Por todos estos hechos, a los detenidos se les imputan delitos sobre el Patrimonio Histórico, Receptación y Blanqueo de Capitales, Apropiación indebida y Estafa.
Monedas, fíbulas y restos de mosaicos romanos
Entre el abundante material recuperado destaca gran cantidad de moneda antigua, auténtica y falsificada mediante cuños y troqueles, así como diverso material arqueológico en metal y cerámica, como fíbulas, objetos votivos, lucernas, vasijas, ánforas romanas y fenicias, bustos y varios restos de un mosaico de origen romano de gran tamaño.
Estos objetos están siendo catalogados para realizar una valoración que permita distinguir los materiales auténticos de aquellos otros falsificados, de la misma manera que se está intentando identificar a posibles personas estafadas a raíz de la adquisición de objetos que les han sido ofrecidos sin aclarar el verdadero origen o fabricación.
La operación NORBA, es un claro ejemplo de la implicación permanente de la Guardia Civil en la defensa del Patrimonio Histórico español y la lucha contra los grupos delictivos que centran su actividad en el expolio de yacimientos arqueológicos, como es el caso.
Esta operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, con el apoyo de las Comandancias de Cáceres, Sevilla, Granada y Cádiz y arqueólogos de la Delegación Territorial de Cultura de Cádiz, todo ello coordinado por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Cáceres.
Fuente:Prensa Guardia Civil